A lo largo de los años han surgido gran cantidad de grupos y solistas que se comparten su trabajo musical con los escuchas. Estos grupos tienen las herramientas para dar a conocer su música y el apoyo de los cada vez mas constantes eventos que permiten estar en tarima y relacionarse con el publico. Sin embargo es notable que muchos tienen la música como su hobbie, y por ende no la trabajan con el entusiasmo, la entrega y la perseverancia que requiere.
Es por eso que este escrito es un llamado de conciencia a quienes tienen que ver con lo musical, sean productores, músicos, cantantes o productores. Es un llamado a la vocación y a la entrega hacia la música, no dejarla de ultima opción en nuestras actividades y siempre darle el tiempo y la entrega que se merece. Esto es solo para tomar una postura responsable frente a lo que hacemos. En primer lugar, asumamos que ser responsable (valga la redundancia) es responder por lo que hacemos. Por lo tanto el estar sumergidos en este medio, implica responder por nuestras acciones y ser concientes de que esto nos coloca en un rol social. Nuestro rol no es entretener, o mejor dicho, no debe ser prioridad entretener, nuestro rol debe ser comunicar.
Entendiendo que la música es una forma humana de comunicación, debemos aprender de este lenguaje, y aprender implica estudiarlo, leerlo, curosiarlo y extraer de él todo el conocimiento posible para manejarlo correctamente. Cuando dominamos una técnica, es momento de crear, por eso debemos perfeccionar nuestro conocimiento sobre esta técnica, para permitirnos ir más allá en cada oportunidad. Dedicación, no creo que sea necesario explicar este punto, pero si hago un llamado a que si tenemos tiempo para ir a fiestas, para ir al parque o simplemente no hacer nada, ¿por qué no dedicamos más tiempo a la música? Eso lo dejo como reflexión individual.
Cada uno sabe que hace o no hace por su música, cada uno sabe que espera de ella y que esta dispuesto a sacrificar, esto ultimo, el sacrificar, es completamente necesario cuando queremos desarrollar un buen trabajo. Y si realmente amamos lo que hacemos, lo veremos como una forma de vida, y así debemos comportarnos, haciendo de nuestra existencia una plataforma para la música, una manera de hacerla evidente y reflejarla en nuestras actitudes.
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