viernes, 18 de noviembre de 2011

Ética en la música


Como artistas somos un ejemplo a seguir, así no queramos. Esto es algo que pocos tienen en cuenta y producto de esto emergen propuestas que no aportan en absoluto a la construcción de sociedad. Puede que no te interese hacerlo, pero como dice un viejo dicho, “si no vas a dar, entonces no quites”.

Los artistas juegan un rol social, son entes que pertenecen a una sociedad y todo producto que creen está hablando del momento y su criterio frente a las situaciones actuales. Los artistas se convierten entonces en relatores, pero eso, es simplemente lo básico. En lo personal creo que los artistas deben construir criterios frente a lo social, político y cultural de su entorno. Porque cada canción o cada elemento artístico debería ser la extensión del pensamiento de una persona.

Teniendo en cuenta lo anterior es importante lo que vas a aportar y como lo vas a hacer, pues tu producto llegará a miles de personas, niños, jóvenes y adultos que pueden ver en tu canción una manera de sobrellevar la vida. Sin querer te conviertes en un ejemplo a seguir que puede ser parte de un cambio positivo o contribuir a la destrucción de miles de personas. No estoy diciendo que se deben monopolizar las temáticas, pero si ser conciente de lo que se escribe. Por una parte, y acá  como alguna vez le escuche a Bison “el hecho de haber nacido en un problema no quiere decir que debamos dejárselo a las futuras generaciones”.

Por otra parte la ética de un músico se fundamenta en el respeto hacia el otro y hacia la música. Se trata de tener valores básicos, como el respeto hacia el otro y la honestidad (que iría en contra de la rosca). Con simplemente poner en uso estos dos valores básicos de la sociedad podremos construir una cultura fuerte y evolutiva. En primer lugar el respeto hacia las propuesta que vienen de los otros, aceptar que no somos los únicos y que hay otros que tienen una manera distinta de ver la vida y asimilar la música, solo con esto podremos obtener solidaridad, compañerismo y unión, que le falta bastante a la cultura. Por otra parte la honestidad de concursar y competir de manera sincera, responsable y amable aportará al crecimiento como artista y la evolución de la cultura, pues nos haremos mas competitivos y existirá la equidad en cada compromiso.

Creo que es necesario sentarse y pensar qué somos realmente. Cómo nos comportamos como artistas y qué estamos aportando a la sociedad.

Somos constructores y debemos dejar un legado a los que vienen. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario