jueves, 24 de noviembre de 2011

Regalar cuesta


Lastimosamente en nuestro país no existe la cultura de pagar por las cosas, a cambio de esto preferimos que todo nos lo regalen o nos salga muy barato. En lo que respecta a lo musical este principio no cambia, buscamos escuchar buenos temas y asistir a buenos conciertos de manera gratuita. Este problema arraigado a nuestra manera de asimilar la vida afecta todo lo que nos rodea y eso que tanto decimos amar, como nuestra cultura y nuestra música.

Los artistas han preferido obsequiar sus productos y su talento, pues se han encontrado tristemente con el poco apoyo de los escuchas. Es por esta razón que al sacar un trabajo musical, al cual le han dedicado tiempo, esfuerzo, dinero y sacrificio terminan optando por colocarlo para libre descarga o vendiéndolo a precios que sencillamente no lo ameritan. Es complicado poder vender un producto en un país que poco apoya las ideas y en una cultura tan segregada que vela solo por los intereses individuales, dejando a un lado el bien común de la cultura. Es cierto que hacen falta lugares donde puedas llevar tu trabajo y poder ofrecerlo a un precio justo, sin embargo debemos aceptar que la principal razón por la que esto sucede es que las personas no disfrutan de comprar la música original. Respecto a esto se ocultan bajo un manto de disculpas que realmente son irrisorias, como por ejemplo, el precio de un EP que puede máximo costar $15000, y sin embargo les duele aportarlo a los músicos, porque les parece muy costoso, o peor aun diciendo que aquel que pretende vender su trabajo ha perdido la esencia, sin embargo esperan con ansias artistas internacionales como Nach, Wu tang clan y demás, ¿acaso ellos si tienen derecho a vender y nosotros no?. La cultura esta siendo seriamente afectada por esto, y cada ves son más las personas que deciden apartarse de la música al no ver retribución alguna a su esfuerzo.

Por otra parte en los conciertos, otro de los momentos donde los artistas pueden obtener ganancias económicas, se han convertido en centros de “ayuda” donde participar te da la “oportunidad de hacerte conocer”, si bien esto en parte es cierto, los artistas deberían cobrar de alguna manera al menos los gastos mínimos para asistir a los mismos, por ejemplo: el transporte, el alimento, el tiempo y lo que vale tu show. Sin embargo la mayoría de promotores de eventos no ven el esfuerzo detrás de la música, e incluso cobran por inscripción. ¿Acaso el tiempo de un artista y su música no valen?. En el país del sagrado corazón parece que no, porque nos acostumbraron a las limosnas y a creer que el esfuerzo de los demás no importa, mientras me beneficie a mi.

Es por lo anterior que regalar la música, es aportar para que las personas no la valoren. A pesar de que existen buenas estrategias para valerse de regalar parte de su producto con miras a ser reconocidos, sin embargo siempre es importante ponerle valor a lo que se hace.

¿Que sería del mundo sin música? Al parecer un lugar muy triste y aburrido, pero valoremos nuestro trabajo para lograr crecer como artistas y poder brindar más música a un mundo que la necesita.


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